Como jefe del CEO, Gary Gensler no ha ocultado su desaprobación por la forma en que operan algunas criptodivisas en Estados Unidos. Su caso contra XRP es uno de los que más tiempo llevan abiertos tras presentar la demanda en diciembre de 2020.
La Securities & Exchange Commission (SEC) tiene la obligación de proteger el dinero y las inversiones de los inversores minoristas estadounidenses.
El lenguaje de la SEC ha sido más directo recientemente, y se espera que persigan muchos más proyectos en el espacio de la criptomoneda en los próximos doce meses.
El panorama normativo de Estados Unidos necesita una renovación. El auge de Internet ha facilitado la aparición de muchos tipos de empresas que antes no existían. Un ejemplo de ello son los operadores de apuestas con criptomonedas, donde casino bitcoin por dinero real que permiten a los usuarios adquirir servicios tanto en moneda fiduciaria como en criptomonedas. No todas estas industrias están supervisadas por la SEC, pero es un ejemplo de cómo la revolución digital ha abierto posibilidades a empresas que de otro modo no existirían.
Ripple Labs, creadora del XRP, es conocida como una de las principales empresas tecnológicas de EE.UU. en la actualidad.
¿Quiénes son Ripple Labs?
Con sede en San Francisco, Ripple es una empresa multimillonaria especializada en activos digitales y en la creación de soluciones de pago digitales a escala mundial. La empresa, en su forma actual, lleva activa desde 2012. Sus dos máximos responsables son Brad Garlinghouse y Chris Larsen.
Ripple es una empresa de servicios financieros que pretende utilizar la criptomoneda y la cadena de bloques para mejorar las soluciones financieras tradicionales.
Han recibido varios premios por su innovación en el ámbito de los activos digitales. Aunque la SEC ha cuestionado sus operaciones, siguen siendo muy respetados en el sector.
¿En qué se basa el caso contra Ripple?
La SEC alega que Ripple no registró XRP como valor. De este modo, engañaron a los inversores al pintar XRP como una criptomoneda en lugar de una inversión o un valor.
La espina dorsal del caso alega que los dos ejecutivos de Ripple se han beneficiado de una venta de valores no registrada al tiempo que enmascaraban XRP como una criptodivisa.
Se le ha denominado el "criptojuicio del siglo", ya que el resultado del caso podría dar forma a la legislación sobre criptomonedas en Estados Unidos.
Si el resultado es favorable para Ripple, puede volver a registrar XRP como una criptomoneda, y podría ver el precio explotar en valor.
Cronología del caso
Durante la racha alcista de 2021, el precio del XRP aumentó espectacularmente, pasando de unos $0,35 a $1,70 -aunque no se puede comprar el activo en Estados Unidos, está disponible en otros muchos países, incluido el Reino Unido, Australia y Japón.
El caso ha atraído una atención considerable desde que se anunció por primera vez en diciembre de 2020. Ha habido varias pequeñas victorias en los tribunales para el equipo de defensa de Ripple, y ha dado lugar a una perspectiva positiva por parte de los inversores en criptodivisas y expertos.
A principios de 2023, Brad Garlinghouse declaró que creía que el caso terminaría en unos meses, y espera que sea antes de junio.
Sin embargo, varios expertos también han señalado que el caso debería concluir a finales de 2023. Aunque muchos creen y esperan que sea antes.
Tras el resultado
Cualquiera que sea la decisión del juez, tendrá un profundo impacto en el mercado de las criptomonedas.
XRP tiene potencial para convertirse en un activo multimillonario. Si sale del caso con claridad normativa y un marco que establezca que es una criptodivisa y no un activo, su valor podría dispararse en los próximos días.
Por el contrario, si el juez falla a favor de la SEC, el precio podría depreciarse, lo que tendría importantes consecuencias negativas para todas las criptomonedas. Dado que el caso ha retumbado durante más de dos años, es difícil imaginar que se prolongue durante mucho más tiempo.
Estados Unidos tiene un sistema jurídico complejo y minucioso, y no es descartable que el caso pueda prolongarse varios años más, pero pocos comentaristas creen que vaya a ser así.
Si la SEC sale victoriosa del caso, algunos analistas y expertos han declarado que podrían ir a por empresas más grandes como Ethereum.
En cualquier caso, el caso no será el final para Ripple. En el peor de los casos, podrían trasladar su negocio a un país más favorable a las criptomonedas. Brad Garlinghouse ha dicho que este será el caso si el tribunal no falla a su favor.
A largo plazo, podría perjudicar gravemente a Estados Unidos. Este país suele considerarse uno de los primeros del mundo en innovación financiera.
El resultado del caso podría cambiar esa opinión. El caso terminará, pero ¿serán buenas o malas noticias para Ripple? Es probable que lo averigüemos en algún momento de este año.